lunes, 10 de mayo de 2010

Como el perro y el gato

Estrés es poco para la tarde que he pasado hoy.
Yo únicamente quería dormir una siestecita.


Y cada vez que abría un ojo, allí estaba ella.


He intentado esconderme en los sitios más insospechados.


Pero siempre ha terminado por encontrarme.

Hasta el punto de dejarme al descubierto rompiéndome mi trinchera. ¡Déjame dormir!

Allá donde me camuflaba...


...ella que me encontraba.

Lo de esta pequeñaja es manía persecutoria. ¡Pero si yo solo quiero echar una cabezadita!

Y encima... ¡tener que soportar esta humillación!

1 comentario:

  1. Jajaja, ríndete!! Creo que esa niña del "Demoño" nunca va a parar, menos mal que ya te queda poquito para volver a casa... y conmigo todo es más tranquilo, bailes dance, carreras por la terraza, vuelos por los aires, el trenecito en tu cesta de mimbre...

    ResponderEliminar